miércoles, 11 de febrero de 2015

Mario Patiño Museo de MInería

Expondrá Mario Patiño obra abstracta

El pintor michoacano exhibirá a partir del 22 de agosto su trabajo laborado en los últimos años, un trabajo en el que exploró las posibilidades de la perspectiva en el arte abstracto.

Pintor michoacano. (Archivo)
Pachuca de Soto

El pintor Mario Patiño expondrá sus Obsesiones, en la Galería de Arte Contemporáneo del Centro Cultural Víctor Manuel Ballesteros, una de las pocas oportunidades para ver la obra de este reconocido artista.El pintor michoacano exhibirá a partir del 22 de agosto su trabajo laborado en los últimos años, un trabajo en el que exploró las posibilidades de la perspectiva en el arte abstracto.
La de Patiño es una obra que apela al gusto de los que no tienen nociones del arte, y al de aquellos que se asumen conocedores de ésta, el autor resalta esta cualidad en esta exposición, donde no buscó otra cosa más satisfacer su sed como creador, piensa que esa es la mejor manera de acercarse con el público.
“Siempre me ha gustado ir en contra de las reglas y las normas establecidas de todos tipo, tanto morales, convencionales, artísticas como académicas; y esta exposición es una síntesis de un trabajo al que dedico desde 8 y hasta 12 horas diarias, soy un pintor de tiempo completo” señaló.
Considera que su obra en este periodo es un híbrido, lo asume como una reconciliación entre las distintas formas de ver y concebir al arte, es por eso que dejó de lado el interés del espectador para favorecer su concepto sobre lo que es el arte.
“Es una reconciliación entre los supuestos que son lo racional y lo irracional, que en términos pictórico quiere decir está la parte espontánea de chorrear y escurrir la pintura, que se vería irracional, pero que para mí no lo es pues está totalmente calculado por la técnica y por los años que llevo de hacer ese tipo de pintura” agregó el artista.
A su vez, esta obra, señala Mario Patiño, pasa por un proceso de resolverla, pues se concibe demasiado racional, y una mancha fuera de cálculo o un escurrido no esperado es inaceptable, y aún con los planificados termina haciendo ajustes al término de los cuadros.
“Es evidente en la pintura el detalle, desde estarlo trabajando es con lo que integro este plano de espontaneidad, de expresionismo pero mucho más racional que además es una ambición, la de llegar a un público más extenso: el que es un tanto neófito, el no especializado, y el supuestamente especializado” apuntó.
Otra de las características de esta exhibición del trabajo de Patiño es el uso de colores vivos y llamativos, otro aspecto que a él le representa esa transgresión, después de ubicar gustos en los mexicanos donde se desprecian esas gamas que son aún usadas por comunidades indígenas.
“Es el color el tema fundamental dentro de la obra, y lo es por el simple hecho de ser mexicano, esta riqueza del color sufre hoy en este país un desprecio por estar asociado a elementos étnicos, es una sociedad prejuiciosa de nuevos ricos y de gente que quiere olvidar sus raíces populares” dijo.
Lamenta como artista esta denostación, se rehúsa a aceptar que los estudiantes de arte o los promotores de éste desprecien las posibilidades que les dan estos colores, por ellos el rescate, busca que su obra sea registro de la belleza del color, algo que le representa autenticidad cultural.
El artista errante
Mario Patiño nació en Michoacán, pero entendió al arte y se apropio de él en su estadía en Nueva York, Los Ángeles y San Francisco, tres ciudades estadounidenses que le influyeron en su carrera como pintor desde hace treinta años.
Actualmente vive en Pachuca, donde trabaja en un estudio que montó en su casa y donde puede pasar doce horas ininterrumpidas trabajando. Dice que llegó a esta ciudad por accidente, y se quedó por un autoexilio.
“Llegué hace más de quince años pues estuve a cargo de la digitalización del acervo Casasola en la Fototeca Nacional, una oportunidad así no se deja pasar, y eso me trajo a esta ciudad donde el arte no es tan apreciado”.
Asegura que su estadía en Pachuca permitió el arte que hoy expone en el Museo de Minería, de haberse quedado en cualquier otro lugar no hubiera experimentado de esta forma en el arte.
Su obra ha sido montada en Asia, Europa y Estados Unidos, aspecto más que sobresaliente, pues en Pachuca sólo se han visto dos de él. Dice que se debe a un autoexilio, no soporta que se desprecie tanto al arte de Hidalgo, y ve reflejado este rechazo en la ausencia de estudiantes del Instituto de Artes en exposiciones como la que montó, o de cualquiera de los pintores consagrados.