Sin miedo a lo diferente, se enfoca en la temàtica de Sexualidad, identidad y género, a travès del arte multidisciplinar de fotografìa, performance art, y artes escènicas entre otros.
Vyctoria Letal – Mario Patiño Fotografìa- Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.6
Victoria Letal es una persona de dos espíritus nacida en la noche de
las lunas rojas, en Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México. Nació en el
mes de la primavera, en mayo del 77. La regenta el poder de los gemelos
(GEMINI) con la audacia de lo que ello significa, aunque está
fuertemente signada por la BALANZA y la nobleza del TORO.
La noche de su nacimiento se predijo por un leve sismo en Ciudad
Nezahualcóyotl. Esto en el orden de las predicciones de las otras
personas dos espíritus que nacieron un poco antes o un poco después o
que siguen naciendo para la gran revolución cósmico diversa de la
alteridad que se proyecta para después del siglo XXII en las calendas de
la magia y del amor. De ahí que su obra sea clave para la comprensión
de las fuerzas amorosas de la magia blanca y la magia negra.
Vyctoria Letal – Mario Patiño fotografìa- Héctor Hugo Victoria Vargas Payán.5
Se dice, en el reino de los gnomas y gnomos dos espíritus, de donde
procede y a donde pertenece la dos espíritus que escribe, que la Letal
viene de un lugar donde la Soledad (la buena y bella Soledad) se viste
de gala para asistir todos los días a las ferias vegetales de los
bosques y las junglas, en medio de una grandiosa celebración de luz y
sombras. De ahí que el brillo de las hadas le haya sido concedido a
Victoria Letal desde su concepción hasta hoy.
Victoria Letal ha emergido en el cuerpo y la psiqué de Héctor Hugo
Vargas Payán, de ahí que se ha camuflado como una
drag-queen-transformista-queer, para lo cual se ha formado como actor en
talleres y grupos de teatro desde los 12 años, activista en el
movimiento LGBTTTI y de lucha contra el sida desde 1997. Actualmente es
integrante de Colectivo Sol, A.C.
Posee los poderes de las grutas y las suavidades de las sedas. Arrulla
aullodoramente las noches en empedernidos cabarets donde la ropa es lo
de más y lo de menos.
Vyctoria Letal – Fotografìa: Mario Patiño – Héctor Hugo Victoria Vargas Payán. 1
En el año 2002, adopta el nombre de Vycktorya Letal, en la compañía
de performance “Las Enmascaradas $in Plata”, y a la vez formando parte
de Altarte, A.C., en el montaje teatral “Balada para una Muñeca Rota”
por Omar Feliciano /Franka Polari, participando como Drag-queen, actor y
transformista.
Entre otros eventos de su trayectoria se cuentan: Altarte, el Festival
Internacional por la Diversidad Sexual (antes Semana Cultural Lésbica
Gay). Se ha unido al colectivo Burlesquimeras, Institutrices de Belleza
Universal, como performer de burlesque, participando en festivales como
el Festival Bataclán Internacional.
Actualmente es integrante del Kabaret Kaput, la Kamerata Kaput y Post
Kaput, proyecto multidisciplinario en el que participa como cantante.
Gracias maga de dos cuerpos y dos sombras por el don de la experiencia
estética que nos regalas. Un homenaje más que merecido a tus personas.
Yecid Calderón. 2015.
Vyctoria Letal – Fotografía: Mario Patiño – Héctor Hugo Victoria Vargas Payán. 2
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.1
Me hacen faltas las almas arrancadas con fuego por el catolicismo del siglo XVI.
Me faltan las palabras balbuceadas por la boca desdentada de mi
bisabuela que la selló para que no se aprendiera la lengua de los
“malditos indios”, la lengua de los “indios paganos”.
Me falta acariciar tus manos con la piel pegada a tus huesos nana. Me falta su mirada saliendo desde la profundidad de sus cuencas en su cara cadavérica. Me hace falta alimentarte por tus días de ayunos. Me hace falta descansarte por los días de trabajo de sol a sol de luna a luna. Me hace falta poner sebo en tus pies de india patarrajada. Me hace falta peinar tus cabellos de india piojosa. Me hace falta poner un caracol en tus oídos de vieja sorda.
Poner amaneceres en tu boca de india tartamuda, lavar tu enredo en
aguas dulces de india zarrapastrosa, besar tu espalda de india mula,
entibiar tu vientre de “india que se preña como perra,” que “carga como
mula,” ignorante ante la “sabiduría del dios verdadero”, “burra” para
los que fueron a la escuela.
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.2
Me hace tanta falta escuchar tu corazón y el de la tierra.
Me hace falta respirar el copal que pasa por mis pies, la hierba
machacada entre tus manso, la cera fundida interpretando el miedo, el
coraje, el mezcal escupido en fuego y tus dedos surcando mis músculos
hasta tocar mis huesos.
Me hace falta cobijarte en flores que te
saquen el calor guardado por todo el tiempo de la tierra caliente, que
las espinas dejaron en tus secas patas.
El calor dejado en las
rodillas por cientos de soles hincada frente al metate, el calor del
cinturón, fuete, mecate, palos y del machete que marcaron tu espalda, de
las manos que sellaron tu boca, la cuerda que te corta el resuello, el
mojado trapo ahogando tu garganta.
Me hace falta mojarte con miel el comal al rojo vivo en el que se convirtió tu estomago.
Me hace falta ponerte tunas maduros para humedecer tus ojos
Hace tanta falta que ninguna viva lo que por hoy me hace falta, para que nunca falte mas, ninguna, ninguno.
Lukas Avendaño, 2014.
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.3
Lukas Avendaño, Perofrmance artist. Mario Patiño Fotògrafo.4
Parece filosa, como la punta de una
flecha o una lanza, suave se desliza la punta de flecha por mis labios,
rojo, todo lo que la filosa punta toca se vuelve rojo. El filo de la
lanza se arrastra de abajo hacia arriba, aprieto con fuerza los labios,
el color se esparce y toda la boca enrojece. La desnudez de mi rostro
esconde un territorio, cicatrices que se vuelven surcos, espinillas que
brotan como montañas, poros abiertos, grietas resaltan mis ojos. Con un
espeso líquido que simula el color de mi piel-tierra, voy vistiendo mi
cara, al frotar el líquido contra la piel desnuda el territorio se
derrumba, se derriban las montañas, toda la complejidad de
surcos-cicatrices, de grietas y líneas, de poros abiertos, de paisajes,
se aplanan. Me miro al espejo, la desnudez de mi rostro me persigue, me
parece insoportable. Golpeo con un pedazo de tela el maquillaje, el
rubor en mis mejillas vuelven a mi cara más tolerable. Me tiño el
cabello, coloreo mis párpados, tenso mis pestañas, así con cada uno de
estos movimientos voy tapando intolerables vergüenzas, vistiendo pieles
desnudas. ¿Para qué arrastrar un punta de flecha sobre mis labios,
deshacer el paisaje de mi rostro, vestir mi desnuda cara? Para desear,
para ser deseadx.
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 1
Colorear el rostro es una estrategia
para hacer surgir al deseo. Ese maquillado deseo es un vasallo fiel,
un esclavo obediente a los regímenes fascista de belleza, un servil
lacayo a las aspiraciones raciales. Un deseo obturado que no nos permite
explotar todas las potencias de nuestros cuerpos, un deseo maquillado
de deseo. Es nuestra labor política, nuestra trabajo como soldados de
deseo, crear uno diferente, uno sin colores: un deseo negro. Mario
Patiño (el fotógrafo) y Momo Ulises Mondragón (modelo) a través de la
fotografía buscan crearlo.
Su ejercicio fotográfico está
plagado de símbolos que representan la belleza y el deseo, pero no uno
colorido, un deseo negro, monstruoso, crítico, disidente; con afroditas
distorsionados, macho-hembra cabríxs, con caras vestidas pero de manera
enigmática, con mayahueles travestidas. Un esfuerzo artístico en
comenzar a crear nuevas referencias, en hacer imágenes contravisuales,
que cuestionan la norma y aquello que nos resulta atractivo.
Tensar las cuerdas vocales y
serpentear la lengua, con el objetivo de retorcer las historias, de
deformar los mitos, como ese reflejo manchado que vemos del nacimiento
de Venus. Pero la diosa en las imágenes de Patiño, no nace cuando los
testículos de Urano son tirados al mar, probablemente ella nace de algún
charco del Distrito Federal. No surge de una concha marina; se
entrelazan las pajas, se enmarañan las ramas, los alambres, las espinas,
de eso emerge la diosa. No hay brisa marina que meza suave su pelo, hay
polvo que ensucia la piel. No resplandece virginidad, ni vomita
pureza. Casi imperceptible su mirada a la mirada, sus ojos cargados de
sombrío misterio, de perdido éxtasis en profundos y someros infinitos.
La desnudez revestida en cuero, en transparentes medias, en tacones. No
hay resplandeciente rubio, hay pelucas negras. Si hay una venus que
pudiera nacer es Venus Ericina, diosa del amor impuro y la prostitución.
La belleza, venus, es madre del deseo, eros; en las fotografías de
Mario presenciamos el nacimiento de otra belleza que parirá otros
deseos. Otro mito que vemos es el macho cabrío, que pudiera ser Pan,
Baphomet. Pan es representación de la sexualidad masculina que se
desborda. Pero en las imágenes que vemos esa hipermasculinidad se pone
en cuestión, con las faldas que porta Momo, con sus medias, con el tacón
cuya punta agujerea la hombría, en esos intersticios la mariconería, la
feminidad disidente, lx trans se filtran.
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 2
Se abren las comisuras de los
labios, va surgiendo de ella, saliendo lentamente la lengua, devorar,
engullir un falo, lamerlo con gozo, llenar de baba la punta, después
descubro mi boca espinada. El dolor de un azote, la satisfacción de un
golpe, regocijarse de una nalgada, el tenso cuero aprieta la carne como
queriendo extirpar de ahí el deseo, exprimirlo, hacerlo brotar. Ya no
escribo más dolor, ahora al ver la palabra sólo leo deseo.
Susurros a la muerte, el contraste de lo industrial, de lo geométrico
de las estructuras con la sinuosa carne. Las imágenes contienen todos
estos juegos del dolor y el placer, de jugar con la muerte pero
referirse a la vida, de lo industrial con la naturaleza, de masculinidad
con la feminidad: son tensiones. Desear es ese movimiento de lo uno que
busca lo otro, lo busca porque lo posee, sino, no podría querer
buscarlo; al mismo tiempo no lo tiene. Desear como las fotografías de
Mario Patiño es la tensión entre lo uno y lo otro, entre aquello que se
tiene y al mismo tiempo no.
Momo Ulises Mondragón, Fotografìa: Mario Patiño 3
Pero, regresando al principio,
insisto que nuestro deseo no es el del hipócrita maquillaje que dicta el
deber ser de un rostro, del falso tinte que arrebata el color del
cabello, es el deseo negro. Un deseo de cuerpos diferentes
desproporcionados, desfigurados. Un deseo no claro, espeso, lleno de
contrastes. Ese deseo desafiante de la carne, de los nervios, ese que
encuentra el dolor placentero. Ese deseo que encuentra la locura de la
atracción en lo repulsivo. El deseo que le susurra a la muerte y que
nace de nuevo de sus escombros. El deseo de figuras confusas de machos
travestidos, de diosas desfiguras, de divinidad terrena. El profundo
deseo de la embriaguez en lo radicalmente otro. El deseo de desnudar la
piel desnuda. De desollar la cuerpos para revestirlos cuero. No es un
deseo de blanquitud, de devenir blanco, todo lo contrario de negritud,
de una obscuridad que resplandece. Es querer habitar en lo denso de la
noche, pero desde la iluminada luna. El deseo negro. Contrario a la
norma que excluye a los cuerpos, esto los suma, va haciendo una masa de
corporalidades donde una se funda con la otra, donde se pierden. El
deseo que carga con la fuerza de un azote, con el impacto de una
nalgada. Un deseo que nos multiplica, que nos embriaga y enloquece.
Lukas Avendaño, Contemporary Performance Artist. Arte de acción, Mèxico: "La manda: no soy persona soy mariposa".
Negación y utopía, 1a. muestra
Nacional de Performance, Ex Teresa Arte Actual.
Fotografìas de Oliver Ludwing.
México, 7 Nov. 2013 (Notimex).- Con una reflexión sobre la feminidad en
relación con el catolicismo, la discriminación, el racismo y las
identidades periféricas, soportada en “La manda”, pieza de Lukas
Avendaño, continúa esta noche Negación y utopía, Primera muestra
Nacional de Performance, en el Ex Teresa Arte Actual, de esta ciudad.
La representación apelará al público por medio de un recorrido a
través de la memoria personal, colectiva e histórica, de carácter
precolombino, concentrados estos en el muuxhe, códice escrito en piel
de venado, señaló el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Este símbolo representará una identidad con el poder suficiente para
mutar y transformarse y, sobre el acto, este códice será la piel del
artista con la que buscará empatar la memoria con el presente “para
recordar que hay un herida” que “si la rascas sangra de nuevo porque
sigue abierta y gangrenada”.
Para Avendaño, “La manda” es una síntesis del proceso de
evangelización en su cuerpo, mismo que no puede asumir desde un rol
femenino debido a que no ha “podido escapar a la mirada de la iglesia”
que lo sentenció como “indio sodomita”.
Durante su acto, comentó, buscará que el público pueda contemplar
vivas y dignas a la memoria y a la historia de una cultura pese al
opuesto proceso de evangelización que forjo la identidad mexicana.
En la concepción del oaxaqueño, el arte es un recordatorio de que la
combinación del cuerpo, la palabra, los sentidos y las emociones se
convierte en una plataforma por la cual es posible externar su
cosmovisión.
Otro performer a quién he dado seguimiento desde hace una década, y
que me emociona profundamente es LUKAS, por ello presento una ponencia
suya en el Congreso Internacional Cuerpo Descifrado este 30 de octubre y
fue mi tema de estudio al lado de Alexis Rosalba Ponce en la estancia
de investigación posdoctoral en el grupo Cos i Textualitat de la
UABarcelona en el 2013 Y ¿cómo le conozco?
Pues bien dentro del
proyecto mediante el que rastreo jóvenes valores en artes visuales por
una década en Monterrey, Oaxaca, Veracruz, Morelia, Colima y Yucatán y
en especial del performance y discursos en los que el cuerpo es el
soporte conocí la performance de Lukas titulada “El Corral” que
presentara en el Jardín de Esculturas en Xalapa, Ver. 2003, en su
primera versión, y me cimbró tanto por lo que de intención transmite,
así como su fuerza y contundencia implícitas, sumada a su cualidad
estética de Danza Butoh que he dado seguimiento a su trayectoria; la que
destaca por fusionar la danza con la poesía, o la literatura y las
tradiciones culturales de su entidad: Oaxaca y en específico de los
zapotecos del Istmo de Tehuantepec. Desarrollo:
Lukas con la piel
totalmente cubierta de blanco y permanece de pie de 10 de la mañana a 6
de la tarde en la instalación ex- profeso de un metro cuadrado,
construida con bambú y rodeada por alambres de púas sobre algunos de los
cuales hay mechones de su cabello que se corta y permanece ahí hasta
que a alguien decide cortar el alambre al constatar el desgaste físico
de que ha sido objeto y que se ha rasgado la piel y herido con las púas
al moverse al interior del espacio por cansancio físico mismo, esta
instalación remite “al espacio que los soldados norteamericanos
utilizaban para encerrar a presos en la Guerra de Vietnam de 1958 a
1971”. No bebe agua, ni come en tanto y mantiene los ojos cerrados.
Profundo trabajo de introspección. .”El cabello simboliza la materia
orgánica más resistente al entierro o vestigio del paso de migrantes
ilegales en su cruce hacia Estados Unidos de por la frontera”.
La
instalación se acompaña de tarjetas de papel que calendarizan las
Intervenciones militares, operaciones encubiertas, asesoría en golpes de
estado y consejos militares-guerra, con fecha y lugar, los cuales suman
73, después de la segunda intervención a Panamá en 1989.
El
corral es un manifiesto tácito y expreso “que denuncia la guerra, los
campos de concentración, las fronteras, los corrales, los desencuentros,
los separos, las cárceles, la contención de los cuerpos, la infelicidad
y con ello la vida misma”.
Permítanme presentarles a Lukas:
Nació
en Oaxaca en el Istmo de Tehuantepec, en septiembre de 1977, el primero
de sus cinco hermanos en estudiar una licenciatura: y estudiar danza
por 5 semestres y 2 de la Especialidad en Creación Dancística. Es Muxe.
Tras
conocer el Manifiesto “Hablo por mi diferencia”, del chileno Pedro
Lemebel, asume su ser Muxe, como postura política, ética y filosófica.
Vive esa condición como una trasgresión, una disidencia, y comprende que
todas las adjudicaciones, prohibiciones, restricciones, castigos,
calificativos, contenciones, etc., ya han sido para él justificados,
entendidos y comprendidos. Al asumir esos agravios en su persona son
actos injustos e inhumanos, por su condición sexual, y es que decide
evidenciarlos como tales:
“Nunca pensé que para otros contextos lo
que yo hacía cotidianamente en mis juegos tuviera sanción; o fuera
considerado anormal jugar con muñecas, maquillarse, jugar a la casita y
ser la mamá, o asumir roles femeninos en el juego”.
Desde el punto
de vista del género puedo decir que por circunstancias de la vida nací
hombre biológico, pero emocionalmente y en cuanto a mis roles de género
tengo en temporadas preferencias por los roles femeninos y en otras por
los roles masculinos”.
Lukas afirma que el primer espacio para
ejercer la libertad es uno mismo: el propio cuerpo: cuerpo-contenido.
“Hay que asumir lo que eres, reconocerlo, tener confianza en el cuerpo
biológico ante el cuerpo social y el políticamente construido “(…)
refiere que se cuentan tres tipos de cuerpo:
“El primero es el
cuerpo biológico que tiene las mismas necesidades físicas/biológicas que
la de cualquier mamífero, cuadrúpedo, etc., es decir después de nacer,
comer, cubrirse del frío, tener calor, sed, (…), se aparea, se
reproduce, envejece, muere, entre otros. En éste se ubica la memoria (…)
concebida como los dispositivos que vienen incluidos en nuestro código
genético, es decir: el instinto. Al desnudarse completamente y pararse
frente a un espejo, de preferencia de cuerpo completo, se refleja, te
refleja y le puedes explorar, tocar, o acariciar.
El cuerpo
socialmente construido se adquiere poco a poco después del nacimiento,
su proceso es el siguiente: “Al vestir tu cuerpo con lo que comúnmente
sueles hacerlo, para ir al trabajo, a la escuela, para salir a correr,
para hacer el amor, etc., al pedir opinión de alguien que no te conozca,
pero que te diga lo que piensa en función de los ornamentos reales, o
simbólicos colocados en tu cuerpo, sumado bien sea a tus hábitos de los
que tomas conciencia, o cuando cambias de contexto socio cultural.”.
“Éste
se inserta en lo que se entiende como memoria étnica: aquella que
asegura la reproducción de los comportamientos en las sociedades
humanas.”
Y por ultimo esta el cuerpo políticamente construido,
“el que se encargan de forjar los medios de comunicación masiva, quiero
decir, se anuncia un prototipo de cuerpo femenino, o masculino y en
función de eso la cultura popular se desvive en una loca carrera por
alcanzarlo y adquirir el estatus o prestigio, sin considerar que lo que
se alcanza es una extrema contención del cuerpo, quiero decir un cuerpo
sometido a una violencia extrema, químicos, zapatos, dietas, ropa... que
los termina despojando de la memoria étnica, para ser de ellos solo
meros consumidores sin cuerpo”.
Sus acciones las considera
instalación para cuerpo humano y en ellas, “despojo al cuerpo biológico,
del cuerpo políticamente construido, y el que al adquirir ciertos
elementos en el vestuario o el maquillaje, se connota en un cuerpo
socialmente construido, el cual busca que el espectador, si no se
reconoce, cuando menos se niegue en el cuerpo del ejecutante: esto como
una relación dialéctica, donde el espectador es la tesis que afirma y
donde el ejecutante es la antítesis: el que niega al espectador como
identidad. Al final de la intervención hay una síntesis donde
espectador/ejecutante valida el uno al otro su existencia cuando se
encuentran de frente y constatan que son ambas caras de la moneda y por
ende uno espejo del otro, o el reflejo de sí mismo”.
A
continuación una performance o acción que alude a la muxeidad y a las
costumbres patronales de los zapotecos del Istmo en Oaxaca; en
específico de Las Velas.
Réquiem para un Alcaraván: Danza de
cámara integrada por cinco piezas que se suceden cronológicamente, y que
evocan los ritos y los usos y costumbres zapotecas en éstas, en ella
Lukas se plantea: “el ejercicio de la autonomía desde el cuerpo
biológico, social-cultural, cuando éste se torna en el espacio físico
que evidencia las contradicciones sociales, políticas y temporales”.
TOME NOTA
LA
BODA: Ataviado con un ajuar de novia tradicional zapoteca, Lukas se
coloca sentado en el centro del espacio y con el dedo medio de su mano
derecha penetra y deshoja varias rosas y coloca los pétalos que caen al
interior de un jicapeixtle. En esta danza ritual, Lukas-novia-muxhe se
venda los ojos y elije entre el público a un hombre para bailar un vals
tradicional en el que se detiene para expresar un mensaje.
LA
MAYORDOMA: Lukas Ofrenda flores y frutas al santo o virgen simbolizadas
con la hoja con la que ejecuta la danza. La catarsis el afloramiento de
todos los sentimientos guardados, reclamos, confesiones, peticiones o
declaraciones.
LA CAPITANA: Se desplaza a todo lo largo del
espacio, como fiel evocación del recorrido que hacen las mujeres
zapotecas cargando un estandarte con la imagen o las iniciales del santo
o virgen que se festeja.
EL BERELELE (alcaravana) Burhinus oedicnemus
Representa
al berelele con un aleteo que refleja el vuelo del ave y el encuentro
erótico de éste con su pareja: el apareamiento, desplazamiento y muerte.
En esta parte de la danza, se escucha al muxhe decir:
"Juego a que soy grande,
juego a que soy mi mamá y mi papá es mi esposo
juego a cuidar y regañar a mis hermanitos
juego a que soy mi abuelita, regaño a todos…
pero
con estos juegos me apuro tanto que ya no sé jugar, o si juego de veras
y me divierto, siento que me porto mal y mejor me regreso a mi casa a
lavar los trastes y a cuidar a los más chiquitos." (Texto original de
Emilio Carballido)
EL LUTO: Última pieza, donde Lukas pide a la
usanza del rosario católico, por el desagravio de l@s otr@s“. Al final
la petición se convierte en reclamo.
Lukas afirma “Nosotros
existimos por la existencia del otro, o la otra. Y ¿quiénes son los
otros y las otras?… Sin ell@s casi desaparecemos”. Esta afirmación
adjudica la existencia al reconocimiento que de uno mismo tiene el otro,
o sea el ser socialmente construido, o la identidad como construcción
social.
En fecha reciente, Lukas presentó en el MAK: Center for
Art and Architecture at the Schindler House, Los Angeles, California la
pieza Cake and Eatit ahí reafirma:
“I”m not a man, I”m not a
native, I”m not a woman, I”m not a lady… I”m a Butterfly (…) Esto es,
como mariposa no soy sujeto ilegal y cuento con una connotación libre de
tránsito y desplazamiento en territorios de diversos países, lo que
evidencia que las fronteras contienen cuerpos, y --en cambio-- en mi
calidad de mariposa busco traspasar dichas contenciones , promuevo la
anulación de las fronteras políticas, económicas, culturales,
ideológicas… en miras de que las fronteras como sitios de separación,
distanciamiento, y prohibición… debemos convertirlas en lugares de
encuentro e intercambio”. Lukas afirma que “a un muxe en Juchitán de
Zaragoza, Oaxaca, se le llama Mariposón y que “biguidirela” quiere decir
mariposa de carne o murciélago, y que no hay sanción para los Muxes, ni
estigma, lo que posiciona simbólicamente a la Región”. Es curioso que
asu última acción realizada en Los Ángeles, California la intitule “no
soy ciudadano Soy Mariposa”, en relación a la brevedad y efímero de su
vida y a que éstas migran traspasando fronteras y ahí permanecen en el
espacio geográfico que eligen sin recibir agresiones por ello .
De
carácter identitario de rasgo social: relativo a la condición de los
migrantes cuenta con otra acción. Es el primero de su familia que viaja
con pasaporte y visa y de manera legal, lo que es un empoderamiento,
ante la comunidad a la que arriba.
Lukas comparte su residencia
entre Estados Unidos y México y de manera continua presenta acciones,
ofrece talleres, promueve el respeto a lo que de otr@ hay en uno y la
sensibilización acerca de la condición del migrante y sus derechos, así
como de la riqueza propia de los zapotecos del Istmo de Tehuantepec,
Oaxaca, que está viva. Fuente: www.noticiasnet.mx
Lukas Avendaño Performance artist. Mario Patiño Fotografìa. Honorable casa del Estudiante, 2014. Mèxico D.F.
Mario Patiño. Obsesiones de un artista alternativo, no convencional Por Virginia Lopez
Originario de Michoacán, entendido con el arte, Mario Patiño llegó a
Pachuca hace más de 20 años para hacerse cargo de la digitalización del
acervo Casasola en la Fototeca Nacional.
En un “exilio voluntario” estableció su residencia en esta ciudad. Su
estancia aquí le permitió experimentar la obra “Obsesiones”, que
actualmente expone en el Centro Cultural Universitario Víctor Manuel
Ballesteros de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, que
permanecerá hasta mediados del mes de noviembre.
A su pesar de la indiferencia de la gente por el arte, la exposición
responde a su voluntad de aportar, sobre todo a los jóvenes,
sensibilidad para evolucionar a un mundo sin prejuicios y sin
discriminación.
Sus necesidades estéticas y expresivas surgieron en su temprana
niñez. “Hace 30 años, dada mi personalidad neurótica y ansiosa, se ha
convertido en una necesidad de supervivencia emocional. Documento mi
‘jodidianeidad’ con sus correspondientes satisfacciones en el proceso
creativo. Mi pintura y mi obra son intimistas, reflejo de los estragos
de la contemporaneidad y sus mínimos avances evolutivos, civilizadores.”
Ser irreverente es una de las pocas cosas que le ponen una ligera sonrisa en su rostro.
¡Vives para el arte! ¿Vives del arte?
“Qué paradoja. Vivir del arte es muy difícil. Sobre todo donde hace
falta solidaridad para el consumo de productos artísticos. Logro
sobrevivir de ello; el tesón y la disciplina son las herramientas que
finalmente llevan al artista hacia la suficiencia financiera”, dijo.
“Asia, Europa y Estados Unidos son países en los que hay fascinación
por el color y lo autóctono, un componente básico de su obra. La
ausencia de prejuicio hace que mi obra sea más digerible y apreciada
fuera de México”, remató.
Por mi parte los invito a valorar, apreciar y vivir los esfuerzos del
actual gobierno estatal, y de particulares, para acercar a la comunidad
hidalguense a los eventos y exposiciones de talla internacional como
las actuales: “Juego y Deseo” de Salvador Dalí y “Obsesiones” de Mario
Patiño.
Una
de las características de la obra de Mario Patiño es evidenciar a una
sociedad que dice luchar por la diversidad pero que aún se esconde y
muestra recelo, con esta premisa desarrolla su proyecto en el Fondo
Estatal para la Cultura y las Artes (Foecah).
Bajo
el nombre Ecléctico, artes visuales y nuevas tecnologías ("Sin miedo a lo diferente"), el Artista multidisciplinar retrata a algunos miembros de la comunidad LGBTTI quienes aún en pleno Siglo XXI deben soportar la
discriminación y rechazo por parte de una sociedad heteropatriarcal machista. Dicho
proyecto lo comenzó a desarrollar por medio de la beca de creadores
con trayectoria que le otorgó para este año el Foecah.
Patiño
siempre ha sido un artista comprometido con las causas sociales y en
especial con el tema de la diversidad sexual y derechos reproductivos,
lo que ha provocado persecuciones y censura de algunos miembros de la
"comunidad cultural" en Hidalgo.
En
1992 el autor realizó una exposición sobre el Sida, la dueña del
espacio se escandalizó, era familiar del Secretario de Seguridad
Pública de ese entonces, quien ordenò decomisar la obrá pictòrica y encarcelar al organizador, por una semana para que'apredniera la liecciòn". A partir de ese momento hubo censura por parte
de dueños de galerías, incluso de dependencias culturales.
Mario
Patiño es un artista michoacano, desde hace 15 años radica en el
estado, comentó que su obra lleva dos vertientes: abstracta y
figurativa, “creo que siempre ha sido contestataria pero también tienen
que ver con mis emociones y son totalmente independientes”, siempre ha
trabajado al margen de las instituciones gubernamentales en el estado.
Parte de su formación la obtuvo en la The New York Foundation for the Arts, Mission
Cultural Center en San Francisco, California, Los Angeles City Collage
y con la maestra Lucina Cárdenas en la Schaeffer School of Design.
El
escritor Agustín Ramos dijo que a través de sus obras Patiño se opone a
la masificación, el Pintor comentó: “a mí me interesa realizar
cuadros de denuncia y sensibilizaciòn que trasgredan el moralismo y convencionalidad de la
sociedad heteropatriarcal purista y retrógrada, por ello en mi obra abordo los temas de violencia de género, sexualidad e identidad”.